(Se escucha una voz en off. Es una voz gruesa y entrecortada, pareciera salir de ultratumba. Todos comienzan a sentir un frio por el cuerpo y un sentimiento de preocupación que se convierte en miedo, menos el director, que experimenta un gran enfado).
Voz en off: La oscuridad es el mensajero que nos va a transportar a otro sitio.
FINA: Esto ya me supera, ¿Qué está pasando?
ISABEL: ¿Quién habla? ¿De dónde sale esa voz?
FINA: Yo me voy, lo siento, pero me voy.
CÁMARA: Tranquilos, tranquilos… Propongo un descanso, llevamos nueve horas aquí.
CLOTILDE: ¡Espera Fina! Yo me voy contigo.
Voz en off: Ese no es el camino, en realidad no hay salida. No hay camino, solo estas los frías de mármol cual lápidas, son el sitio para descansar.
(Clotilde se marea y el cámara acude a socorrerla. El productor no pronuncia palabra alguna).
DIRECTOR: (Muy enfadado). ¡Ya estoy harto de estos jueguecitos!
¡Ni fantasmas ni leches! Esto que hemos oído es la prueba de una grabación que he traído para que lo escuche el productor.
CÁMARA: ¿Una grabación? Claro, si suena como voz en off.
CLOTILDE: Voy a fumar.
DIRECTOR: Aquí ni se fuma ni se bebe mientras yo esté presente.
PRODUCTOR: ¿Una grabación?, ¿es esta la grabación de la que me hablaste par ponerla en los créditos?
DIRECTOR: Si.
PRODUCTOR: Perfecto, perfecto… No cambies ni una coma. Viendo la reacción que hemos tenido nosotros me imagino la que tendrá el público.
DIRECTOR: (Dirigiéndose al cámara). Ve ahí dentro a ver que pasa. A ver porque el audio ha saltado solo.
PRODUCTOR: ¿Aquí no hay nadie más? ¿Verdad?
(Dentro, donde está el cámara, se escucha el ruido fuerte de una ventana al cerrarse).
PRODUCTOR: ¿Qué está pasando?
DIRECTOR: Pues el ruido de una ventana. Nada más.
(Regresa el cámara)
CÁMARA: No lo entiendo, no lo entiendo… Nuevamente la máquina del humo estaba encendida. El aparato del audio no está en su sitio y el ruido de la ventana muy raro, pues parecía que alguien había saltado por ella.
PRODUCTOR: ¿Seguro que aquí no hay nadie más?
DIRECTOR: Seguro.
CÁMARA: ¿Seguro?
CLOTILDE: Aquí no hay nada seguro.
Cedo el turno a Javier Ruano.
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